4 de diciembre de 2010

Incapacidad

Tenía veinte años, veinte menos que ahora y, cabe aclarar, me creía grande. Pero no esa madurez de la autosuficiencia, sino esa sensación de que ya había transcurrido mucho, y que tal vez no habría mayor oportunidad. Fatalismo. Si en verdad estaba todo, todo por construirse.
Suma de existencias quizás.
Y tal vez fue por eso que aquel viaje al pasado te mostró como el padre de mi hijo, ese nenito regordete y de pecas que llevarías aquella mañana al colegio para no volver más; ni él, ni vos. Y de ahí mi eterno miedo a conducir, y mi rechazo por aquel pedacito de mundo y su idioma. La casa era en un barrio residencial americano. Eso fue lo que vi, y ahí sí comprendí en parte mi miedo, ese pánico al verte; el temblor que recorría el cuerpo y hacía tambalear el equilibrio, el habla, la razón.
Para aquellos años, aún inédita, sonó en una noche de desvelo "Hay algo que te quiero decir y no me animo... pero sé que en esa forma de mirar hay algo que me pides sin hablar"... y casi por azar, por causalidad, cuando el tema en cuestión fue editado, me encontraba en el ámbito de siempre, con el cancionero de sus tapas sobre el escritorio, y sin siquiera pedirme permiso lo tomaste, lo leíste entero, sin decir absolutamente nada. Creo que fue el modo que el destino, o nosotros, autorizó para decirnos todo aquello que nos tenía, lo que movilizaba el alma al vernos o con tan sólo escucharnos a través de un teléfono.
La historia duró dos años. La historia del amor que no fue. ¿No fue?
Aún recuerdo la fecha que nos distanció para siempre, aquel 24 de febrero, que permitiría por fin la carta que recibiste ese 14 de abril, donde le puse letras a tanto...
Sí, los abriles pasan cosas. Catorce años más tarde vos, Jorgito, cuya existencia para ese entonces aún ignoraba, decidirías partir irremediablemente para siempre.

No hay persona que no sepa de vos. Personas que llegaron a mi vida tanto después. No existe ser a quien yo no haya hecho partícipe de esta historia que arrebataba el alma y lo hacía tambalear todo.

Meses más tarde, luego de liberarte escribiéndolo, un futuro aconteció. Un futuro tan cercano a vos, que resultaba imposible creer que se haya suscitado tan inesperada como rápidamente. Hechos que ocurren cuando la liberación es genuina, sentida, certera.
Fui feliz. Sí, lo fui. A pesar de los vaivenes y de tanta vida impar, de tantos perdones, de tanto volver a empezar. De Aylin que jamás llegó.

Hoy él ya no está, se fue en una esquina de Belgrano, en un kilómetro 5 de la Patagonia que tanto amaba, entre esas cuatro paredes que lo separaban del terror que le generaba el mundo. Nunca supo todo lo que te quise. Nunca supo que la sola mención de tu nombre me anudaba entera, y anulaba el habla.
Me encontré contándole esta historia a su hermano, a ese hermano que aún no conozco y con el que los diálogos eternos unen quince mil kilómetros. Le costó, le cuesta, creer que no me atreva a tener este mismo diálogo con vos. Cuando pasaron veinte años. Cuando me enorgullezco de no vivir como eterna. Cuando transcurrió tanta vida y aún inexplicablemente, existe el recuerdo.

Hace un par de noches te soñé. Soñe la naturalidad y el transcurrir de un encuentro.
Burlas del destino. Suma de historias que para qué fueron. Sin sentido. Pobres, vanas. Las que hacen descreer.
Un ayer tan hoy. Un hoy tan lejano.

15 de noviembre de 2010

Universos paralelos

Nos equivocamos de camino en alguna parte, algún día hace mucho tiempo, y no podemos encontrar el camino de vuelta.
Charles Bukowski "Shakespeare nunca lo hizo"

Y nos encontraríamos en estos días. Ya tenías una cita con la nona para el lunes siguiente y yo temerosa decía que tambien quería verte.
Hacía veinte años que vivías en esa avenida, creo que era Saenz pero quedaba entre Balvanera y San Telmo. Por teléfono me dabas las coordenadas.
Tenías una voz clara, joven y alegre. Me preguntaba como no nos habíamos dado cuenta de que todo se trataba de universos paralelos. De mundos dentro de este plano, que convivíamos todos sin darnos cuenta, sin percibir que continuamos estando, que la muerte no existe y que sólo consistía en saber ver.
Te vería antes que ella. Veinte años había sido demasiado tiempo como para esperar hasta el lunes. ¿En pos de qué? ¿Qué cosa tan importante impedía que fuese ya, imediatamente?
Sí recuerdo que le comentaba a ella que mi meta principal era preguntarte por Jorgito. Tu versión. Los por qué de aquella distancia inexplicable cuando tu deseo mayor desde mucho antes de que yo naciese, era ser padre. ¿Por qué entonces te habías negado? ¿Si acaso hoy hay algo que ignoro de la historia real y no de la aparentemente oficial?
No, a él no lo veía. Se trataba de vos y yo.
Me desperté tranquila, como quien simplemente recordó la clave de todo. Descartaba además que ya había escrito los muchos detalles, pero no es así.
Era la claridad absoluta, y se trataba solamente de haberlo ignorado por un tiempo. La vida, como un tránsito de olvido.

2 de noviembre de 2010

Anatema

El anatema de tenerte
a horas de haberlo hallado
cuando los latidos dominaban el cuerpo
y sin embargo
Qué vago y misterioso azar así lo quiso
y converge en mí
Tu mundo, el refugio
que aletargó la espera
Es un inicio
Mirarte sin antiguo asombro
Es la historia de no verse
del que no ve
del abuso de los días
La música de esas dos palabras
las de la aceptación
las del perdón
Vencimos un otoño
nos rendimos al invierno
Esa mañana que descubrió testigos
al revés,
la manzana de mi infancia
Suipacha, Arenales, Juncal, Pellegrini
repitieron y confirmaron que aún éramos.

22 de octubre de 2010

A través de una persiana

- Soy del sur como los aires del bandoneon, y vuelo a través del mundo para permanecer en el sur.
Será casualidad, pero el Sur siempre será mi destino.
Desde el sur del sur, cuando quieras, estaré con el mate listo.

- Ojalá lleguemos a ese punto de pertenecer a algo, parados a mitad de camino en nuestra vida, tomando decisiones que nos permitan sentirnos libres, y sin embargo lo único auténtico es el viento que roza nuestra piel.
cuántas veces pudimos decir, hacer, pensar, creer, sentir...
pero seguimos a contramano.

- abre la persiana por mi, ante esa belleza de paisaje que te regala la vida, respira profundo, preparate un mate calentito y ponte en movimiento. Ya me contarás.
abrazos desde el sur del sur

- Nada es para siempre querida Rochitas, cuando comprendamos eso, la palabra "fracaso" sonará a risas...
mientras tanto "... voy a soñar con ese beso al regresar, cierro los ojos no imagino algo mejor respiro hondo, y tomo el vino...y no te asustes si me río como un loco, es necesario que sea asi, será la vida que siempre nos pega un poco...nos encandila con lo que está por venir"
besotes patagónicos a través del océano.

- Respira hondo, y cierra los ojos, corre a ponerte un vestido con flores y sal al patio, dibuja una gran rayuela y escribe la palabra Cielo, vete a comprar un tuby 3, y le dejas la mitad a mamá, y cuando vuelvas del kiosko de la esquina, abre los ojos y sonríe por ser quien eres, aqui y ahora.

- Y también hay dejares y aconteceres, porque seguro haya amores esperando ser amados como vos sabes hacerlo, sin embargo, tenemos la costumbre de quedarnos con la basurita metida en el ojo.

- Definitivamente, nada es para siempre.
Qué fácil es herir, qué difícil es reconocer un fracaso
Buen día querida!
11.21 en el sur de España.

- Yo mejor que nadie sé de mi, sin embargo a veces me pego cada mentira y me hago trampa, que ya ni sé...

- Lo vuelvo a leer y me vuelve a doler.
¿Y es que es cierto de que ojos que nos ven corazón que no siente?

- No se pueden escribir nuevas páginas en blanco cuando quedaron tantos finales abiertos.
Me gustan las ilusiones naranjas, de por sí me llenan de vida.
Linda Rochitas! feliz tu, no el año.


Un año exactamente, mañana patagónica, rodeada de las montañas de sanmartincito, festejando el último año de la década, ella llegaba a mí desde una tierra muy lejana, llegaba a través de la nostalgia, a la que nunca dejó de ser suya, a la inconmesurable tierra que avanza al sur del Colorado.
Nos unió el bleu, blanc, rouge y la double vie de Kielowski, el mirador del Viento, una vez en la vida, un espejo donde el testigo nos miraba a los ojos, hasta brotar las lágrimas, y tanto más...

- Soy esa, que le gusta mirar a los gatos pasar, junta papelitos de colores, se toma un colectivo y se baja en cualquier estacion... para encontrarse con alguien... no me preguntes de donde lo saqué...

Se puede estar sin salir
ser sin intentar
creer con solo mirar
esperar y luego tener.

Quisimos volver y no retroceder
que no es lo mismo perderse
y volverte a ver

Deseamos tocar
y pudimos volar
pensamos cruzar
y logramos nadar

Me trajiste la voz
de los que creen en el amor
montevideanos ojos te vieron
y conmigo en los espejos
de un Borges Viejo y cansado
sentado en la mesa de Mario
donde mil veces te besaron.

Ayer Onetti bailó entre mis cabellos
entendía a los amantes clandestinos y a los otros...
navegantes del Río de la Plata

Pudimos estar,
intentar mirarnos,
tenernos
sin embargo...
los adioses siempre aquí.

- Hay una pena que puede con ella. Una pena provocada, inútil, seca, derivada de los abusos de juventud.
Ud (no puedo tratarlo de otra manera, es UD un señor) . Cada mañana cuando se levanta y mientras el café calienta, comienza su rutina. Cara, dientes, ojos, pelo, manos, toalla.
Y cuando, como todas las mañanas, se mira al espejo se siente orgulloso de si mismo.
Tal vez porque su carrera sea brillante.
Tal vez porque se sigue considerando un intelectual.
Tal vez, Señor, porque esa corbata le queda de maravilla.
Nada de eso, dejeme decirle. Ud brilla mas que nunca porque su nombre se murmura bajo unas sábanas de mujer feroz.
La mujer que arranca las dudas a quien mas duda.
La mujer que nace cada lunes
y muere por su deseo.
Ud brilla, porque hay una mujer en lo oscuro que lo define como hombre.
Y Ud se olvida.
Se olvida que el tiempo pasa para todos y que la eterna juventud quedo guardada en la memoria de su madre.

- La velita esta encendida desde anoche, esperando saber que todo en el paisito sigue vivo como todos esperábamos. Me encantaría estar ahora, ahí, con Ud tomándome ese cafecito entre tanta BOHEME, y por supuesto olchuguedernao. Creo, Rous que tantas emociones tienen que ser para que avecinen los cambios lindos que tantos deseamos.
Yo sigo en la lucha de encontrarme y de quererme como soy.
El amor es eso ¿no? cruzar fronteras, charcos, mares...al fin y al cabo es por lo que luchamos...
Sinceramente creo que el vive en Saturno, y creo que esta demás que te repita que
millones de hombres querrían estar con una mujer como vos, el hechizo es tuyo, y a las palabras se las lleva el viento.
Solo es momento, de pensar en uno.
Andate bien lejos, alla dónde el aire no te de más tregua que la de vivir feliz.

Hoy ella cruza el océano. Será un reencuentro.

11 de octubre de 2010

Instantes

No estoy acá,
estoy ahí
con vos,

al lado tuyo
En cada instante de tus días
en esas tempranas vigilias
que te desvelan,
en los laberintos sin salida
En esas sábanas que no nos abrazaron
en tus brazos

que tan fragil me tuvieron.
Con vos en cada pausa
en todas tus rutinas
en esas horas que no vivimos
en el pasado donde aún no estábamos.
Con vos en tu sueño
en tus angustias, en cada logro
En la incertidumbre

en la certeza
y en el futuro que quizás vendrá
cuando pase la vida.
Con vos sin vacilar
con la convicción absoluta
que todo lo vivido
aún late dentro nuestro

5 de octubre de 2010

Espejismos

No sos el que contás
es tu idea de vos
pobre y vana
imagen inconclusa
que muta del encierro
a la entrega.
Tu ausencia tiene fechas
números, formas, aroma, música
Son más los días
que su compañía suma,
y sin embargo.
Vos,
mi certeza de tenernos
Recuerdo vivo
sentimiento intacto
que da sentido al instante
------------------------------------vacío
a las horas
--------------------------------muertas de pena
A estos tiempos sin nosotros.

30 de septiembre de 2010

Desandar

Se trató de llegar a ella. Una urgencia repentina que invitó a desandar senderos que se bifurcan y convergen en un laberinto de agua y paredes de acantilados. Una idea clara que emerge de la profundidad.
Agua, olas, años, un cuarto propio, ese que toda mujer que desee ser letras debería poseer. Un espacio individual que la contenga y le permita volar a un pasado, donde detenida frente a una iglesia, imagine uno a uno los hombres que la construyeron. El perímetro antes de ella. El ayer antes de todo.
Las voces que se fueron por un mismo río. Los secretos de ese estanque. Ser nosotros, sin recortes.
Un diario de memorias que todo lo cuenta, el mismo que no debía llegar a manos de ningún hombre. Décadas de vida. De confesión incesante. Genuina, sin tamiz, tu verdad.
Un tren me llevó hasta los años. Alguien que atesoraba desde el 46 su descubrimiento, se desprende de él y llega a mí.
Recorro la avenida que nunca duerme en busca de "tus últimos actos", los que precedieron a la irrevocable convicción final. El río Ouse. El que te llevaría a ese nuevo mundo debajo de la turbiedad. Ese mismo río donde tantas memorias te hablaron, y donde el pensamiento se aclaró otras tantas.

26 de septiembre de 2010

Al maestro...



Buenos Aires también espera,

sus calles casi ausentes de pasado,

ese ayer que no conservamos...

Me interno en lo que nos dejas ver,

intento quererte, querernos,

en lo que vuelve a ser,

en huellas de vos,

de él,

que lo caminó sin pausa.

Parte de vos y no,

parte de ellos.

De ellos que también somos nosotros,

tan iguales y un poco distintos...

Estremece el alma que sus últimas palabras

hoy sean letras.

Me urgen los geranios, los nardos,

la charla con los que fueron tuyos,

fuiste de ellos,

sos nuestro.

El hombre que miraba su país desde el exilio

Intacto, eterno,

será tu discurso,

vívido, genuino, puro, transparente.

Así permaneces en el recuerdo...

Imagino la desazón de los últimos tiempos

Tu Luz que ya no estaba,

caminar más solo,

menos contento,

ansioso del descanso eterno.

Vivo en nosotros,

por siempre maestro.

21 de septiembre de 2010

Seis meses frente al río

En el delgado marco de realidad ¿tiempo y espacio existen?. La imaginación gira creando nuevos patrones. Todo podía suceder, todo era posible y probable.
Seis meses frente al río. Era veintiuno, ciento ochenta días atrás. Los árboles cambiarían de color, se despojarían del pasado y el aire que quitó la asfixia, avecinaría los más impensados cambios. Noche de luna. El mismo lado del río después de tanto...
El fin de las horas llenas de segundos laberintícos e infinitos. Fue amor, sí fue amor...
Me zambullo en ese espacio sin tiempo donde el sueño se convirtió en vigilia, donde la utopía, fue escena vívida y sentida como jamás nunca...
La sal, un mar del este, flotar en un espacio sin tiempo. Pero el tiempo si existía y urgiría el abrazo, el encuentro.
En este hoy creo que mis líneas ya no llegan, como si no hubiese sido cierto, onírico, y no verdad. Me desintegro en ese abrazo infinito que revive el instante eterno, en la inmensidad azul de un mar ya lejano.
El brívido estremece. No estás.

11 de septiembre de 2010

De letras y encuentros...

Filba se trató de recordar que teníamos que dejar que hable el viento, hasta que ya no importe, porque la vida breve en mí solo genera querer adentrame en ese viaje al fin de la noche, y que no lleguen los adioses. Así parafráseabamos "una larga vida a Onetti", en Eterna Cadencia, con una tarde lluviosa que solo podía reunir a los más fanáticos, a los que morimos de amor por la otra orilla. De la mano de Ferro, Gamerro, Liscano. "Cuando ya no importe", es una etapa que aún no llegó, aún permanece el sentimiento genuino, y la esperanza de un futuro distinto. Porque no, no me conformo con tu "lo que pudo haber sido y no fue y aceptar lo que es hoy", sin siquiera luchar para que lo soñado sea, sin el mínimo ahinco para hacer girar nuevamente la rueda y construir, construirnos, seguir tejiendo historia...
Te pensé cuando ellos hablaban, cuando esgrimían que la aldea te mata en el barrio, y te ordenan "deja de contar historias y andá a bañarte". Si la familia allá son todos, quiero que sean también la mía, con una certitud inquebrantable. Ustedes critican, se critican, y yo los quiero cada día más. No necesito alejarme para volver a verlo, ni acercarme para no verlo, como les ocurre con Pocitos, por más que afirmen que en el paisito, no estás vivo hasta que no estás muerto...
Y casi por casualidad en la semana comienzo a desandar los caminos de los tres, los de Alejandro Ferreiro, Lissardi y Polleri, y me llevan aún más cerca de Mario. Ya no sólo ocupo las horas en su novela luminosa, y la ciudad sino que, "pide y se te concederá", logré tener conmigo "La máquina de pensar en Gladys", e indefectiblemente me retrotraigo a esa tarde en que hablándote de mi amor incondicional por sus letras, me hiciste saber que ese era tu preferido. Aún me parece escucharte...
La suma de encuentros casuales crecía, y el darme cuenta de cuanto se viene cosechando en el último tiempo. La sincronicidad se inició la noche de Gerardo y ella, a a que no veía desde los tiempos del colegio Lenguas Vivas, y esa infancia tan cercana. Nos ha pasado historia...
Un pasado no tan lejano me vuelve a acercar a vos, para desencadenar el fin. Dolió. Dolió no por vos sino por la suma de dolores. Una vez más dolió todo lo que pudo haber sido y no fue, cuando se vislumbraba un comienzo lleno de futuros que impensadamente sentenció el fin.
Los escritores por encargo y la mañana en Malba y la posibilidad de dedicar la vida a esta pasión. Una clase magistral de Luis Lopez Nieves que dió origen a "La tristeza", a la par de otros tantos que harían nacer la alegría. La consigna era no mencionarla...
El placer absoluto tuvo lugar la tarde del domingo. Después de aquella temprana madrugada, que intuyendo el fin, me impidió vivir el día desde su comienzo tal cual estaba planeado, y no navegar por el taller de poesía de Alfonso Berardinelli. Costó perdonarse. Una noche de escalofríos, de inesperada sorpresa y la melancolía por lo que ya no sería...
Un nuevo encuentro con su primer editor, descubrir a Pablo Casacuberta, recorriendo de su mano la invisibilidad. Exquisito e inolvidable evento que con la charla de amigos de Jorge Varlotta, marcaba el fin "hasta dentro de un año"...
Nuevamente me invade la necesidad de ser parte de ustedes, digan lo que digan y caiga quien caiga. Una certeza que no da lugar a la mínima vacilación.
Crecían los encuentros, los primeros encuentros, y los casuales...
Por primera vez mis ojos se detienen en la belleza de ese perímetro de la ciudad, esos confines que poco he transitado. Me prometo un pronto regreso; la cita tiene ya el lugar señalado.

31 de agosto de 2010

Horas de letras


Espacios sin tiempo. Tiempo de libertad, de volver a ver, de redescubrir la ciudad. Paréntesis. Presentes contínuos. Pasados que se regocijan al ser recordados. Y en mis manos por vez primera, un diario de 1925, letra por letra; horas y vida de otro tiempo...
Eran ciento once años. Un cine legendario hoy transformado en universo de letras. Charlas casuales-causales que me acercan a "un río" en San Isidro. Anécdotas, historias de vida. Una novela luminosa, y un lector común, se quedan conmigo.
Café con Onetti. "Everyhting and nothing" de la mano de Alicia. Maipú espera y cada vez deseo más internarme en esa huella. Sorpresivamente una biblioteca de Palermo dedica también su tarde. Tarde que me conduce a otra tarde de sábado donde llego a Hume.
El nominalismo que alcanza al escepticismo. Palabras generales que ordenan las propias. Un conocimiento imposible a través del lenguaje. Una rosa amarilla. Ruinas circulares. Finitud infinita. Un mago, el golem. La ilusión que se repite sin ser. Identidad individual al solslayo de una verdadera, única y colectiva. De alguien a nadie, la nada que disuelve todas las categorías. Aureliano y Juan de Panonia. La búsqueda del río inmortal de Ruffo, "Tu" en el oro de los tigres, como único tú, como único yo...
El paseante de Baudelaire. La tapia rosada que lleva a la experiencia de un inesperado acontecer, de una salida del tiempo con sucesión. El presente como único centro del tiempo. Cambios. Pasados ya idos. Futuros inciertos. Un cuarto propio que espera.


Un solo hombre ha nacido, un solo hombre ha muerto en la tierra. Afirmar lo contrario es mera estadística, es una adición imposible.

No menos imposible que sumar el olor de la lluvia y el sueño que anteanoche soñaste.

Ese hombre es Ulises, Abel, Caín, el primer hombre que ordenó las constelaciones, el hombre que erigió la primer pirámide, el hombre que escribió los hexagramas del Libro de los Cambios, el forjador que grabó runas en la espada de Hengist, el arquero Einar Tamberskelver, Luis de León, el librero que engendró a Samuel Johnson, el jardinero de Voltaire, Darwin en la proa del Beagle, un judío en la cámara letal, con el tiempo, tú y yo.

Un solo hombre ha muerto en Ilión, en el Metauro, en Hastings, en Austerlitz, en Trafalgar, en Gettysburg. Un solo hombre ha muerto en los hospitales, en barcos, en la ardua soledad, en la alcoba del hábito y del amor.

Un solo hombre ha mirado la vasta aurora.

Un solo hombre ha sentido en el paladar la frescura del agua, el sabor de las frutas y de la carne. Hablo del único, del uno, del que siempre está solo.
Hasta el domingo me encuentran por aquí. Se unirán nuevamente las dos orillas...

21 de agosto de 2010

Borges en mí...

Días de letras. Tiempos de perderme entre sus líneas y que invada tanto el placer, como la idea certera de no llegar jamás a consumar algo tan genuino, tan genial. Esa es la palabra, laberintos y espejos que convergen en la genialidad, desmedida, profética.

Maipú, su última calle. Me detiene una placa, la huella.
El tiempo sin tiempo me transporta y conduce en sus pasos. Descubro una vez más la individualidad a pesar de la búsqueda del colectivo. Huelo sus primeras ediciones. La emoción se instala, levito, y me pienso en el año 74 cuando ignoraba por completo que desde esa esquina que miraba mi plaza, la suya, mi padre y él eligieron los poemas que se presentarían aquella noche del San Martín. Vuelvo al hoy y reparo en la casualidad-causalidad que me condujo a aquel encuentro que bastó para saber que él también había estado ahí, inmerso en su propio laberinto, recitando las letras de su amigo, a aquellos atardeceres.
No dudo que 1964 estuviera entre sus obsesiones, poco sentido tendría si no, la que provoca en mí desde los seis años. Y la que en enero último, cobró razón nuevamente.
Te estabas yendo mientras mis ojos una vez más recorrían "la muerte ese otro mar, esa otra flecha que nos libra del sol de la luna y del amor"...
Elijo perderme en su Galería del Este, su otro hogar, el que albergaba la casa de letras que más amó. Y así llega el oro de los tigres más antiguos a mis manos, junto con otra historia universal de la infamia, y no me bifurca pero me detengo en los hombres y engranajes de Sábato, prometiéndome recorrer su tierra.
Necesitaba tenerlos conmigo, aunque lo lleve en la sangre. Busco pero no encuentro, nada ni nadie que lo iguale...
Me reconozco en Dublinesca y me zambullo en La ciudad nerviosa, Los hijos sin hijos y Los suicidios ejemplares de Vila Matas. Sigue creciendo todo Clarice en mis estantes, no se detiene, aunque aún no haya llegado el tiempo.
Se eriza la piel con El mito discretísimo del maestro Don Mario en la pluma de Hortensia Campanella. Estremece el alma el camino que emprenderé este lunes, descubrirme en ella, en Virginia, que llena los ojos de lágrimas. La que reconozco en El cuarto propio que toda mujer debe tener, si quiere ser letras...
Lo sueño por segunda vez en la vida. Le pregunto por qué, por qué razón no te reconoció, hermanito. Le pregunto si tu mamá de verdad se lo dijo...
Al instante, y sin la respuesta, él sos vos, y te llevo en mis brazos. Tenés alrededor de cinco años, atento esperás saber la respuesta...

7 de agosto de 2010

Veinticinco años...


Hace veinticinco años, tenía sólo catorce. Hace veintinco años vivía en la calle Lerma cuando aún no era "Palermo Queen". Sólo me reconciliaba con el barrio este poema, y extrañaba horrores mi casa de la calle Arenales 952. Sí, ya era borgeana, ya deliraba con 1964, adoraba el italiano, sin saber que marcaría mi vida, estaba enamorada de San Martín de los Andes, y andaba al compás de "Lernertres".
Era agosto, el 14 de octubre cumpliría quince años, y por mi "no escuela mixta", pedía amigos prestados para la fiesta respectiva. Hubiera preferido irme a Patagonia con mi nona a modo de regalo, pero finalmente el festejo tuvo lugar, con amigos de amigos, o sea, cuarenta perfectos desconocidos.
..."Cuando pasen los años y recuerde lo mejor de lo vivido, recordaré tu presencia junto a mí, en mis quince años"...
Lo celebramos con Silvana, que casi cósmicamente reaparece en mi vida después de veintitrés años, el último miércoles. Porque efectivamente siempre pero siempre estamos a menos de seis personas de Kevin Bacon...
La casualidad causalidad tuvo que ver con la directora de mi guardería de la iglesia del Socorro a la que concurrí sólo cuatro días. Recuerdo perfectamente que demoraban en ir a buscarme el tiempo que implicase la preparación de la comida del mediodía, con lo cual, con sólo tres añitos, le supliqué a mi madre comer para siempre salchichas. Se apiadaron de mí, y mi paso por la guardería duró menos de una semana calendario.
En Abril conocí a Amelita, gracias a Borges, Kafka y a esa Bienal de quince días, donde Buenos Aires y Praga se hermanaron. Ella dirigía aquel jardín de infantes, y por esas vueltas de la vida había también presenciado mi bautismo con el padre Mario Pantaleo -mediático evento- ya que "un cura de izquierda, con una sotana quemada por los puchos y llegando en ese fitito destartalado no podía bendecir a la criaturita en cuestión en tamaña iglesia de Suipacha y Juncal". El acontecimiento, medios periodísticos de por medio, finalmente sí tuvo lugar en la capilla lateral, y fueron sus manos ...
En Abril, el lunes diecinueve, todo aconteció a un ritmo vertiginoso y no por ello acelerado. Conocí gente impensada, inicié otros caminos, me dí cuenta que mi pasión por Borges superaba a la de sus más fieles biógrafos y estudiosos, y a partir de esa noche del diecinueve, en el Centro Cultural Recoleta, todo fue un antes y un después...
Si bien mi amor por el paisito anaranjado está tan arraigado en mí como mi propio nombre inventado, mi doble "ss" es el diminutivo de Rosa, además de una "y" en el segundo (detesto los segundos nombres), más mi apellido mal escrito que sólo mi padre entre cuatro hermanos llevaría, y que en setenta y dos años jamás cambió...
Tal vez ante la evidencia de un apellido artístico con el que todos nos conocían. Ignoraba además para ese entonces, que existía alguien, cinco años mayor, que en Luján llevaba una vida paralela. Que de haberlo conocido, harto probable, cuando cumplí quince años, no hubiese sido necesario pedir amigos prestados. Un hermano mayor los hubiera aportado lógicamente. Faltaban todavía catorce años para que gracias al secreto revelado por mi tío Antonio, Jorgito apareciese en mi vida, para demostrarme que un hermano podía ser eso que yo ya conocía, o todo lo contrario. Tampoco sabía que adoraba a Maicolito como yo, y que su pasión por la música era eso, pasión por la música, desde los nocheros a Shakira, desde Sabina a Cacho Castaña y Sergio Denis, hasta la mismísima marcha que inevitablemente hacía temblar "su Mateo" de Luján.
Desconocía también que tener un hermano como él te convertía automáticamente en el ser más afortunado del planeta tierra y los diez restantes. Alguien que te admiraba y respetaba por las coincidencias y los opuestos. Alguien que lloraba a la par o te hacía reaccionar en el momento justo. Compañero de ruta, te extraño. Sé que estás y tal vez más que nunca; hoy ya no a setenta kilómetros, sino adentro mío. Que aunque parezca que empecé a subir la cima mirando hacia arriba, no pararé hasta revolver todas las ruinas, y que no por eso dejaré de avanzar.
En Abril descubrí también que mi tierra está del otro lado del charco, cueste lo que cueste y caiga quien caiga. Que somos hermanos, tan iguales y un poco distintos, que no en vano tienen los mismos colores las dos banderas...
Sí, las tierras de Don Mario "país ya te armarás, pedazo por pedazo, tierra mi tierra, país verde y herido, comarquita de veras". Que no por nada vibro entre historias de Levrero, me encuentro entre las lineas de Idea y Delmira, y elijo que sus atardeceres pasen a ser los míos.
Hace veintinco años no me dejarían estar, sólo lograría convencer a mi madre de que en un recital nada grave ocurriría, ni sería despedazada para el robo de órganos (eso sólo pasa en afamados quirófanos), ni tampoco me regalarían una gaseosa mezclada con alucinógenos.
Sólo para el 31 de Agosto de ese mismo año, mi madre, Silvana, Paula y yo desmitificaríamos los mal vistos conciertos multitudinarios, acompañados por un par de nuestros padres, en legendario Luna de Alejandro y la presentación de "Todo a pumón". Hoy reaparece Silvana en mi vida, tan solo porque acompañando a Amelia a su casa, caí en la cuenta de que se trataba del mismo edificio de sus padres, pero no imaginaría que vecinos del mismo piso.
Ayer lo declararon ciudadano ilustre y le regalaron un doble mural en la esquina de Albarellos, en su barrio natal. Ayer necesitaba urgentemente dormir, sus papás, Lidia y Rafael, que desde hace sesenta y tres años comparten la vida, se encargaban de agradecer con lágrimas en los ojos por tanto amor incondicional, por tanta vida compartida. Por tanta fidelidad.
Pasaron veinticinco años. Esta noche vibrará el Luna Park a la par de tu música, de tu mensaje consciente, inquebrantable, y nada ambivalente, y entonces canto a modo de himno...

"Te seguiré estés donde estés", "Hacer el amor es, deshacer la luz, rehacer la historia abandonar la cruz, morder el deseo quitarse el disfraz, rasparse los dedos, dejando el alma en paz. Curiosa mañana por qué hay que pagar cara la alegría y barato el murmurar, cada sueño cada sueño en mi memoria, dame tiempo, dame la gloria, dejame a las cosas que andan mal, dura es la vida grande es el dolor para aquel que nunca probó el gusto del amor, dile que la amas, dícelo otra vez".
"Será tu amor invulnerable, el que me roba y huye sin hablar y en papelitos deja anotada, la fórmula de la felicidad. Será tu amor invulnerable, será que todo todo vuelve a andar, un Dios aparte, un mar de lava, será tu amor, o no será nada, la frontera del dolor acabo de cruzar ya no siento nada, será tu amor, serán tus alas, el fuego pide la sangre clama de verdad, será mi patria acariciada, será la dulce libertad, de ser esclavo y ser esclava, será tu amor o no será nada".
"Tirar los muros abajo poner de moda la libertad, no es ser comunista, ni amar el capital es sólo cuestión de verse otra vez amarse, tocarse y después, tirar los muros abajo, hacerlos mil pedazos, poner de moda la libertad",.
"Puedo no ser felíz lo que no admito es no intentar serlo, soy como un bebe de Hiroshima, como un Rolling Stone, puedo perder todo en un día por amor, bailo bailo hasta caer con mi sombra en la pared. Cuando no pueda más voy a salir de aquí para empezar de nuevo, no me voy a entregar, volver a entrar en el juego".
"Vendrá mi amor, tu dormirás, nadie más nadie sabrá, vendrá silbando un tango simplemente, todo está bien ya vas a ver, si tuviéramos alas, si pudiera, si pudiera volar, y salir escapar, llevarte hasta ese lugar. Vendrá tu amor, tu dormirás, nadie más nadie sabrá, vendrá silbando un tango simplemente. Juntos se elevarán y la patrulla los verá en el aire, llenos de luz rumbo al sol. Días de lluvia pasarán, alguien nos vendrá a buscar, todo está bien, ya vas a ver"...
"Te llevo clavado como una espina en mi costado, y quiero que sepas que esto está planeado por amor, un poco de amor, sólo un poco de amor, nada más. Puedo arrastrarme a tu puerta, puedo hacer que estés despierta las mil y una noches porque estoy, atado a un sentimiento, y vivo atado a un sentimiento de amor"...
..."Llega lava, nada queda, todo llega al mar, deja huella, sólo una estrella, llorando en la inmensidad"...
"Se escucha un crac, solo, en el medio de la noche. Después otro crac y otro, corazón que se rompe ¿Quién esta ahí? ¿Quién anda ahí? ¿Quién ahoga el sentimiento? Se prende un cartel que dice: "No va mas". Se apaga y todo vuelve a empezar. Vuelvo a escuchar, ¡Crac! Otro sueño que se fuga de la verdad justa y emancipada de los pueblos. Ahí viene el Rey de los desposeídos, espíritu audaz saluda, y se arroja al vacío, para nadar en la abundancia, hay que arrastrarse en el fango. ¿Qué puedo hacer yo sin tu amor? Divagar sin ton ni son en plena libertad. Qué puedo hacer yo sin tu amor. Se escucha un crac, solo, en el medio de la noche. Después otro crac, y otro, corazón que se rompe"…
"¿Represión para el poeta, libertad para el ladrón? Estoy tan bien que no me doy ni maldita cuenta de lo mal que estoy"
"Tan solo dime que me amas y dejaré de aullarle a la luna, entiendes mucho más que yo a este mundo y sus locuras, que tu rabioso corazón me muestre todos tus secretos y que tu efecto dominó derribe, todos mis miedos. Es imposible mi amor que tanta pena y dolor, nos haya sido impuesta, por Dios o por quien sea, hay que darle pelea, eres mi obsesión, una burla del destino te puso en mi camino, cuando no están conmigo ustedes son mi Obsesión".

Y vos la nuestra, Maicol. Gracias por estos veintinco años de ruta.

NOTAS DE HOY: la rolling stone, "TN y la gente", y diario Clarin .

28 de julio de 2010

Testigo

23 de junio 2010

A ellos los separaba un río. Una frontera que la asfixió setecientos días. Fui testigo del pavor de aquel entonces.
¿Intuiría ya que una vez más no la sabrían amar, que la querrían mal, o por lo menos no como sabe sentir un corazón libriano?
Fui testigo de aquel pavor, testigo de los testigos que la ayudaron a nadar.
El ser que más la amó se lo había dicho antes de irse para siempre, "vas a estar muy bien. El laberinto cesará cuando termine el verano. El primer día del otoño vas a ser muy feliz. Espero que a mi lado, acá, unidos para siempre. Y esta vez no en círculo, sino en espiral..."
El se fue tres días antes de que ella llegara...
Con el alma en la mano, y tan sólo dos meses después, en pleno duelo del dolor, logró hacerlo. Por fin se concretó el encuentro. Era 20 de marzo, la noche del 21 un abrazo quitó la asfixia, más tarde la distancia le robaría el aliento. Se entregó sin dudarlo. Después del primer beso no pudo evitarlo, le dijo su primer te amo. Así comenzó el otoño.
Fui testigo de ese amor. Fui testigo de este fin. La oí cuando le decía, vuelvo a amar a alguien que no me ama, me tengo que curar de vos...
Antes de despedirme, le rogué que su lugar no fuese Montevideo. Le supliqué que no repita mi historia. Esa por la que aún no tengo vida, o vivo a medias...
Le pedí que se fuera de Buenos Aires, si así lo necesitaba, pero que apostara a aquel viejo amor, que hoy tal vez estaba resurgiendo.
Él le entregó sus escritos. Vacilando. Temeroso.
Ella continuará ignorando que en esas letras está su nombre.
Los tres amábamos a alguien que no nos ama.

Ignoraba hasta hoy, que apenas nos despedimos, ella le envió esto...

"Espero que tengas el celular apagado y no despertarte. No está bueno no ser prioridad, y peor aún, "nada" en la vida del otro. Leí tu email después de mi llamado, ni afecto se percibe ya...
¿Por qué en mí es tan profundo el sentimiento?, ¿cuándo fue que empezaste a mentir, a fingir... Decime cuándo se terminó el amor, o todo fue mi propia utopía?"


Ella ignoraba también que yo escribiría esta historia que hoy les cuento.

Luciana

26 de julio de 2010

El nene más lindo del mundo...


Desde hace ya cinco añitos...

- ¿Máximo, si yo te digo Montevideo o San Martín, vos que decís?
- ¡Montevideo!
- ¿Vas a venir a visitarme?
- Sip, ¡en barquito!
- Es otro país, pero nos separa sólo un charquito. En 25 minutos llegarías a mi casita en avión, y en una hora y media en barquito.
-¡En barquito!
..."Escuchame, vos ahora vas perdiendo, pero vas a ganar la batalla"...

Estábamos jugando al Bakugan...

20 de julio de 2010

Intercharqueando...

Así fue la primera vez. Inolvidable...


Así fue la segunda. Empezaba el otoño...


Así la tercera.



El cuarto y reciente viaje, que culminó hoy, lo saben de memoria. Ahora llegó el momento de definir.
¿Vuelvo a mi Patagonia, a la de las hadas, a mi Sanmartincito. O bien cruzamos el charco, y empezamos de cero?
Gracias brothercito, no he hecho más que pedirte señales. A vos Clodito. A vos papá...
A vos maestro, a vos Darno...

12 de julio de 2010

Una argentina en Montevideo II


Atrapada por los libros de Mauricio Rosencof, Mario Levrero, Las siete noches de Borges, Que nunca falte. Y sin dejar de respirar el mundo a través de la ventana que mira el Solís. Hoy me encuentran por acá. Los espero...
Por si no se habían dado cuenta Aute y "La belleza" cantaron hasta que España se quedó con la copa ;)
Cerca de las 20 horas será la fiesta de bienvenida a los celestes. Feliz por el balón de oro de Forlan, el único 10 en serio del mundial.
Rodeada de amigos nuevos de todos los países, escribiendo, descubriendo, perdiéndome entre callecitas montevideanas...
Tengo una asignatura pendiente, las flores al maestro, al Darno, a Zitarrosa...

7 de julio de 2010

Una argentina en Montevideo....



Lean esto, por favor.
Realmente lamentable, más de lo mismo, como el contenido de mi post anterior que no deja de ser un descargo a un tipo que jamás admiré y además considero una verguenza nacional. Con noticias como éstas, aumentan las ganas de no volver a cruzar el charquito, y estoy haciendo todo lo posible para que mi presidente sea Pepe y no más K.
Al margen de eso, desde hace diez días mi ventana mira la fachada del Solís y la calle Bacacay, donde la primera noche comimos con Eduardo Galeano.
Como bienvenida a mi paisito anaranjado creo considerarme más que afortunada. Tengo conmigo "Las venas abiertas de América Latina", con un chanchito dibujado por él para que la suerte me acompañe y su tierra pase a ser la mía...
Augurábamos una final "Argentina-Uruguay", aunque agregó que se le rompería el corazón, por la derrota de cualquiera de sus dos paises.
Ver muchos amigos, conocer otros nuevos y tantos. No ha dado el tiempo para repartirme entre tanta cena, tanta propuesta, tanto tanto.
Estuve en el cumpleaños 77 de Mauricio y en su retiro ayer, 6 de julio, donde no vimos ganar a la celeste pero como bien les dijo Pepe "chicos no fueron a la guerra, fueron a jugar, y la guerra ya la ganaron". Y los espera con una super bienvenida el 12 de julio en la Avda. del Libertador.
Tengo dos amigos mexicanos nuevos, uno brasilero, dos chilenos, un argentino, por lo menos ocho uruguayos, y los de hace rato, los que lograron que desde hace dos años mi corazón estuviese parcelado, con un río de por medio.
Me estoy devorando "Que nunca falte" de Mauricio Rosencof y me enamoré por completo de Mario Levrero, sólo conocía su "novela luminosa", y gracias a Tristan Narvaja, vengo encontrando todo lo demás. Hoy salgo a recorrer posibles y futuros departamentos. Está gris, pero hay niveles de grises y el paisito anaranjado brilla aún sin sol. Creo que las tardes grises son sólo mis tardes porteñas.
Extraño un poco la Patagonia, pero ni recuerdo que aún tengo mi trabajo en Buenos Aires o mi casita palermitana. Sí extraño mi trabajo en Rincón de los Andes, que dejé stand by.
Me dolió hoy enterarme de la muerte de la intendenta de Sanmartincito, Luz Sapag.
Me falta ver atardeceres anaranjados, rojos y violetas, y llegar hasta la punta, en el este, y a Cabo Polonio. Aún hay tiempo...
Me falta llevarle un nardo o un geranio al maestro.
Al que desde el exilio dijo "país ya te armarás"...


"Hombre que mira su país desde el Exilio"

País verde y herido
comarquita de veras,
patria pobre
país ronco y vacío
tumba muchacha
sangre sobre sangre.
País lejos y cerca
ocasión del verdugo
los mejores al cepo
país violín en bolsa
o silencio hospital
o pobres artigas.
País estremecido
puño y letra
calabozo y praderas
país ya te armaras
pedazo por pedazo
pueblo mi pueblo,
país que no te tengo,
vida y muerte
cómo te necesito,
país verde y herido
comarquita de veras...

3 de julio de 2010

¡¡¡Vamos Uruguay!!!


Querido Diego, ni la ayuda de Rodrigo te bastó, ¿será por testarudo, por quemado, o porque no jugaron ni Palermo, ni Verón? ¿Por qué no te lo merecías, porque Argentina lo que menos necesita es ganar un mundial, cuando tuvimos una guerra civil en Patagonia que nadie televisó, porque estaban todos gritando gol...
¿Será que cuando Rodrigo fue hasta Cuba a regalarte "la mano de Dios", lo primero que te surgió decir fue, "que ese "negro" se sacara las tejanas para verte a vos"(?)
¿O que Pele el otro día tenía razón?, y no sos ejemplo de nada.
Acordate lo que contestaste anoche cuando te preguntaron por el triunfo de Uruguay...
"¿Están en el mundial?". La puta que te parió...
Seguramente te olvidaste que el Dr. Diego Romero -uruguayo-, te salvó la vida hace algunos años cuando después de algún jarrón de tu amigo Copola quedaste casi muerto en Maldonado. Después, ya trasladado a la Sacre Coeur de Paraguay y Gallo, la pasaste bastante mal. Pero sos como el ave fénix, muerte y resurrección permanente, tremendo escorpiano... Entre Charly y vos nos brindan grandes lecciones de vida, son un ejemplo...
Lástima que la mejor la está dando Gustavo Cerati, por cosas muchos menos malas que las que han hecho nuestros dos ídolos nacionales.
Seba Abreu nos salvó a nosotros, a la Argentina la hubiera salvado Seba Verón...


La mano de Dios

En una villa nació, fue deseo de Dios,
crecer y sobrevivir a la humilde expresión.
Enfrentar la adversidad
con afán de ganarse a cada paso la vida.
En un potrero forjó una zurda inmortal
con experiencia sedienta ambición de llegar.
De cebollita soñaba jugar un Mundial
y consagrarse en Primera,
tal vez jugando pudiera a su familia ayudar...

A poco que debutó
"Maradó, Maradó",
la 12 fue quien coreó
"Maradó, Maradó".
Su sueño tenía una estrella
llena de gol y gambetas...
y todo el pueblo cantó:
"Maradó, Maradó",
nació la mano de Dios,
"Maradó, Maradó".
Sembró alegría en el pueblo,
regó de gloria este suelo...

Carga una cruz en los hombros por ser el mejor,
por no venderse jamás al poder enfrentó.
Curiosa debilidad, si Jesús tropezó,
por qué él no habría de hacerlo.
La fama le presentó una blanca mujer
de misterioso sabor y prohibido placer,
que lo hizo adicto al deseo de usarla otra vez
involucrando su vida.
Y es un partido que un día el Diego está por ganar...

A poco que debutó
"Maradó, Maradó",
la 12 fue quien coreó
"Maradó, Maradó".
Su sueño tenía una estrella
llena de gol y gambetas...
y todo el pueblo cantó:
"Maradó, Maradó",
nació la mano de Dios,
"Maradó, Maradó".
Sembró alegría en el pueblo,
regó de gloria este suelo...

Olé, olé, olé, olé, Diego, Diego


A Dieguito le pueden escribir todos, su sitio oficial por ahora lo permite...

26 de junio de 2010

Milonga a los orientales, de Borges


Milonga para los orientales
Milonga que este porteño
dedica a los orientales,
agradeciendo memorias
de tardes y de ceibales.

El sabor de lo oriental
con estas palabras pinto,
es el sabor de lo que es igual
y un poco distinto.

Milonga de tantas cosas
que se van quedando lejos;
la quinta con mirador
y el zócalo de azulejos.

En tu banda sale el sola
pagando la farola del Cerro
y dando alegría a la arena
y a la ola.

Milonga de los troperos
que hartos de tierra y camino
pitaban tabaco negro
en el Paso del Molino.

A orillas del Uruguay,
me acuerdo de aquel matrero
que lo atravesó, prendido
de la cola de su overo.

Milonga del primer tango
que se quebró, nos da igual,
en las casas de Junín
o en las casas de Yerbal.

Como en los tientos de un lazo
se entrevera nuestra historia,
esa historia de a caballo
que huele a sangre y a gloria.

Milonga de aquel gauchaje
que arremetió con denuedo
en la pampa, que es pareja,
o en la Cuchilla de Haedo.

¿Quién dirá de quiénes fueron
esas lanzas enemigas
que irá desgastando el tiempo,
si de Ramírez o Artigas?

Para pelear como hermanos
era buena cualquier cancha;
que lo digan los que vieron
su último sol en Cagancha.

Hombro a hombro o pecho a pecho,
cuántas veces combatimos.
¡Cuántas veces nos corrieron,
cuántas veces los corrimos!

Milonga del olvidado
que muere y que no se queja
;milonga de la garganta
tajeada de oreja a oreja.

Milonga del domador
de potros de casco duro
y de la plata que alegra
el apero del oscuro.

Milonga de la milonga
a la sombra del ombú,
milonga del otro Hernández
que se batió en Paysandú.

Milonga para que el tiempo
vaya borrando fronteras;
por algo tienen los mismos
colores las dos banderas.


Me voy en dos horas a volar el charquito que nos separa. Ya Borges lo dijo en el sesenta y cinco, somos hermanos, iguales, y un poco distintos.
¿Y quién sabe de quién fueron esas lanzas, si de Ramirez o de Artigas?, y que el tiempo vaya borrando fronteras, por algo tienen lo mismos colores las dos banderas.
Y así definiré si mi lugar es el paisito anaranjado o mi Patagonie de las hadas, tanto amo ambos lugares que resigno mi casita palermitana.
Reporten y reportaré, los quiero mucho.


23 de junio de 2010

Vida en Patagonia III

Bariloche, 13 de junio de 2010

-Miguelito, llamá a tu papá y combinemos para vernos hoy o a más tardar mañana, que me voy el catorce para San Martín. Te quiero ver la carota, y ubicame porfis a tu tía Ale...
-Llamá a mi viejo que ya le anda el celu. Ale no me contesta. Yo tengo que hacer tarea en lo de un amigo y después ver el partido de Alemania...
-¿Vos me cambias por el partido de Alemania?, que encima tiene que perder, tienen que ir perdiendo los mejores...
-Marcos, vos siempre dijiste que Claudio era el que indirecta o directamente había logrado que este dejase de ser mi lugar y que yo no volviese nunca definitivamente acá. ¿Qué te parece si intento regresar? En la jungla está todo más que mal, y acá comenzaría de nuevo.
A las ocho y media de la noche Vivi y Juampi me llevaron a ver a Marcos, que vive en Pájaro Azul y tiene casa asegurada por tres años. Hablamos con mi amiga Patrisac a parlante abierto -Marcos es su hermano-, nos charlamos la vida, había que aggiornar cinco años, y casi lo convenzo de ir con el péndulo a la última casa de Claudio.
Yo no sé si volver hoy, Clodito de mi corazón. Ayer, a pesar de que te enterré la manito con la foto del Padre Mario, la medalla de Jesús Misericordioso, y la cruz cuadrada con la cara de Cristo. Estar con Juampi hizo por un lado que me sintiese acompañada, muy, y por el otro, que no te hiciese el ritual que intuía, que me surgía.
En casa había quedado cantando Sergio Denis "Dame señor la luz", a volúmen ocho como lo solíamos hacer cada vez que viajábamos -si hasta Sergio lo sabe- y viajé con la tapa del disco que no sólo es del noventa y tres, sino que se llama "Cerca del Cielo", y capaz mi diálogo con vos estuvo un poco interferido, porque estábamos los tres.
Tu plaquita dice "Claudio Wasserman 12/06/59 - 27/01/2010". Falta Osías y Bautista y tu 13 de junio, que tu mamá optó cambiar por el doce porque se trataba de un martes trece. Siempre sostuvimos que a los dos nos hicieron lo mismo, pero en mi caso, al menos demoraron la cesárea veinte minutos, y por eso tal vez me cambiaron la carta natal. Ambos nos revelamos y fue por eso que elegimos un martes 13 de septiembre para unirnos en la iglesia del Pilar...
Dieciséis años juntos, mi amor. Si a los tres días iba a volver. A pesar de que mi corazón ya estaba unido a otro por hilitos invisibles...
Bariloche, 14 de junio de 2010.
Ayer vi el supermercado de las cervezas hasta el que no te animabas a llegar; estaba al lado, Clodito. Cómo te entiendo...
Vi tu merceditos quemado en Llanquihué (nos trascienden las cosas, que razón tenía Borges en su poema), la casa de Patricia, el peugeot de Jorge con el que me llevaste a Sanmartincito para la época en que en este antro laboral se estiló jugar a "la casa de gran hermano". Era Febrero del dos mil cuatro, y nos habían hecho elegir entre reducir dos compañeros o bajar el diez por ciento de los sueldos. Era Febrero, y yo llegué a tu chozita el catorce, San Valentín day...
Mi mensaje a su primer mujer, la mamá de Sebastián.

-Patricia, ayer estuve en Llanquihué, pero con Vivi, y no nos dio para tocarte el timbre.
¿Cómo estás? Me voy hoy a las seis de la tarde a San Martín de los Andes, Rossina.

A mi terapeuta.
-Nicolás, me vine a Bariloche, porque hubiese sido el cumpleaños de Claudio. Además Rober quería leer "El hechizo" antes de que lo publique. Mandó los pasajes...
-¡Bueno! ¿Cómo estás?.
-Bien, creo que vendo mi depto palermitano y compro acá o en San Martín. Estoy por ver después de quince años a la primer mujer de Claudio, la mamá de Sebastián, y ando repartiendo c.v. A las diez de la noche llego a mi Sanmartincito.
-Ey, que bueno.
-Me va a buscar Rober y de ahí a jugar a "Rincón", se quedó hace dos días sin secretaria. Me voy a dar un plazo máximo hasta la primavera, para decidir...

-¿¿¿Anto??? si no se da lo de tu paisito, será San Martín o Bariloche...
-Ups, me da como cosita, ¡Te quiero!

Llegué a mi Sanmartincito a las diez de la noche, hasta logré dormir en la ruta de los siete lagos. Rober me esperaba y tal cual habíamos pactado, nos fuimos a Rincón. Fue como volver a casa. Mientras tanto sonaba:

"Te doy una canción de madrugada, cuando más quiero tu luz...
cuando apareces el misterio del amor, y si no apareces no me importa, yo te doy una canción".

Y ahí pensé en vos, indefectiblemente pensé en vos.

"Hay algunos que dicen que todos los caminos conducen a Roma y no es verdad porque el mío me lleva cada noche al hueco que te nombra".

Nunca dejé de leer el acertadísimo horóscopo del diario rionegrino.
Nunca dejé de recibir los mejores augurios barilochenses, sea para mi estadía, mi permanencia allí, o el posible y definitivo regreso a tu Bariloche, Clodito. Ese que empecé a abandonar desde un nueve de marzo del noventa y seis y de manera intermitente hasta que te fuiste de Buenos Aires, o bien hasta que estaba a punto de regresar. Nuestro diálogo se había retomado el veintidós de diciembre y lloraste tanto, y dijiste tanto. Y te creí y te juré que volvía, para curarnos de a dos, ya que juntos y por separado habíamos comenzado a desmoronarnos en el maldito abril /mayo del 2008.
Si llegaste a Buenos Aires, dos días más tarde de la muerte de Jorgito. Hice lo que pude, lo mejor que me salió, y pagué con mi sangre las consecuencias...
"Libertad y paz para crecer en libertad", dijo Viviana el último 27. Estábamos juntas en Montevideo.
Antes de abandonar la city de los vuriloches, recorrimos la casa maldita de los Coihues, la casa que te acompañé a alquilar con Emilio. Me cuesta creer que él también se haya ido. Al menos lo eligió...
¡Hemanitos! los superó la sensibilidad y ambos habían superado a la ciencia. Pero cuan mal manejaban sus propias vidas...
Conocí la casa donde nació Juampi. Volvimos con Viviana a la casa en Cerro Chenque, y el último día, y de la mano de Patricia, tu primer mujer, llegué hasta tu última casita, la del km. 5.
Era demasiado tarde. Se respiraba paz. Ese fue uno de los primeros mensajes de Viviana. Era la número tres (como tu c en el abecedario); tenía rosales, y dos corazones que se unían invertidos...
Aún no sé como logré entrar, Patricia no pudo. Seguramente fue la fuerza que media hora antes me transmitió por teléfono tu Seba, mi Seba...

todo

18 de junio de 2010

Vida en Patagonia II

Mi Clodito americano,
hoy 13 de junio sería tu cumpleaños, y estoy en Bariloche en el "7 de febrero" que me eligió Vivi, después de haberme ofrecido amucharnos los tres en su casa.
¡Ay, Clodito! vive en el primer lugar que yo viví en estas tierras, sólo un par de casitas más hacia la derecha...
Era enero del ochenta y cinco, y para ese entonces se llamaban "Bungalows Ojo de Agua". Ahí fue, donde tantas veces te conté, perdí la noción del tiempo y teniendo catorce años y un reloj que descarté no marcaba las horas correctas, un libro de Jota "Juegos de guerra", mientras Gabriela, la tía, Ismael y Jota subían el cerro Otto, yo pasé casi todo el día sola, y no me di cuenta; ensimismada en el libro y guiada por el reloj sin hora. No me di cuenta del tiempo, ese mismo tiempo que sabés que me ha atormentado tanto en los últimos veinticuatro meses.
Creí que tu Patagonia, no la pisaba más...
Ya Rober en Marzo, cuando me llamó a Punta del Este para contarme que acababa de aterrizar en la jungla porteña, y yo le contestaba que estaba en Uruguay buecando su "Rincón del Este", me insistió tanto...
Casi me sube a un avión, era Pascua. Y no lo logró...
Que vos no habías colonizado aquí, ni allá. Y que harto suficiente yo he amado tal vez más estas tierras que vos mismo; que viniste un poco escapando del comercio médico de la gran ciudad. Lo mío siempre fue como un imán, un amor incondicional. Aquí siempre me sentí tan yo, las horas jamás se llenaron de minutos, las sábanas jamás pesaron en el cuerpo. Sólo veía el fin y no visualizaba más el futuro, allá por el noventa y seis, cuando tu timón dejó de tener norte, y yo juntaba las moneditas para comprar levadura, algo de queso y dormíamos en el depto de Frey, en ese monoambiente sin muebles con un colchón inflable pinchado por los hijos de "tu hermana blanca"...
Te quiero pedir perdón por lo que hice sólo a vos. Pero liberé mi chackra laringeo después de quince años, ante ella, ante sus hijos Mercedes y Andrés, los localizó el facebook...
Y la verdad es que nunca me equivoqué, siguen siendo la misma mierda que siempre fueron. Anoche volví a Los Coihues, al Gutierrez, recordé tu carpa en aquel peñón donde te escapabas cada vez que yo tenía un instante de claridad y empezaba a reclamar, a pedirte que me devolvieras mi yo. Esa mitad que desde aquel 2 de septiembre manejaste a tu gusto con mi consentimiento. Ese que te otorgó mi amor incondicional.
Anoche se trató de homenajear a cinco grandes que alcanzaron la cima del Everest. Estábamos Juampi, Vivi, su hijo mayor Manque, y yo.
Por suerte al llegar las cero horas, creo que nadie cayó en la cuenta.
Se me ocurrió que si Uruguay no se da, alquilo Ojo de agua, y me quedo a vivir acá; cerca de ellos, de Ale Belaustegui, de Marcos, de su Miguelito, de Patricia la mamá de Sebastián -mi ex hijo, el tuyo-, de mi amiga de Cerámica Bariloche, de Ale Candelaire, y tanto más.
¿Sabés?, estoy volviendo a ser yo. Aquí con dos mil pesos viviría, podría continuar con los cursos de Borges, de Cortázar, de italiano, de francés, y aparte hacer cartas natales. Concedemelo si así debe ser. Hoy te voy a ver.
A ella le hablaron de que aún no querés pasar la puerta azul; que el techo de la ciencia contra tu sabiduría te limitaba, y que todavía estás por acá. Cuidanos...
Hoy me despertó el llanto, por esa mezcla de metales y tierra que con su ausencia me quita el aire, oprime el corazón y hace brotar estas lágrimas...
Envié un mensaje en cadena desde la habitación 302 a mi tía, a Alvaro, a Luciano, a Dromy, a Antonella, a Juan Eduardo, a Luciano, a Lulu...
"Si Uruguay no se define, creo que este es mi lugar, la renta de mi depto allá, un par de jobs, y chau jungla. Hoy cuando vaya al cementerio se lo pregunto a Clodito..."
-Acordate que Claudio no estaba bien allá, y que no se volvió por Juan Pablo. De vacaciones todo es color de rosa. Hay que pensarlo mucho, tu mamá.
-Allá no da para más. Viviana es un motor llena de energía y de ideas. Vive en la misma casita que alquiló Ismael allá por el ochenta y cuatro.
-¿Y ella qué hace? Hay que ver cuántos de esos contactos dan una mano.
-Es la defensora del pueblo y nació acá. Trabaja con un colega de Claudio que también abandonó la city pero que aclara, nunca hubiese podido ser tan Robin Hood como él. Ya la vi moverse en Montevideo. Si no fuera por la energía de ella, Lu y Juampi, que ya lo había bautizado Rockefort, ni el del facón me recibe.
Y pasó lo mismo cuando le tocaba a ella, o cuando me llamó y yo justo peleaba mi ingreso al SODRE, y nos fuimos juntas a la embajada tana, a materializar voces.
-Apoyo la moción y te voy a visitar seguido, Patrisac.
-Te deseo toda la luz para hacer lo correcto, Dromy.
-Ay me da cosita, anda para donde el corazón te lleve, te quiero!!! Anto
-¿Y que hago con los libros de Borges? ¡Volvé!, Juan Eduardo
-¿Juampi está viendo el partido? ¿Gol de quién?
-Juampi duerme como un angelito. Tele apagada.
-Hubo un gol creo que de Eslovenia...
-¿Te buscamos doce y media?
-Dale, me baño y los espero. Marcos dice que ni lo piense y me venga. Que con el tano, la astrología y las letras, va a estar todo más que bien.
Che, me elegiste entre mi iglesia favorita y la catedral donde "pide y no se te concederá, o se te concederá todo lo contrario". Hotel acuariano, en la esquina de la santería Ceferino, y además en el 7 de Febrero, que fue el día de aquella avioneta, donde casi me trae de San Martín a vivir en comunidad...
-Marcos, soy Rossina, hablé recién con Miguelito, tenía que ser geminiano para ser tan genio. Me dijo que él me los ubicaba a todos. ¡Te quiero ver a vos, a él y a Ale! Dice que sí se acuerda de mí, por lo del pie y la abeja, que le mencioné, y esa noche con vos y Federico que según recuerda la pasamos hablando de astrología y demases varios...
¿Te acordás qué noche, Patrisac? Parábamos en el maldito "Residencial Guemes", donde "el friend de Berlusconi" nos despertaba a las 05:00 A.M, cuando hacía las tostadas más duras del condado.

Sanmartincito, 19 de junio 2010

16 de junio de 2010

Reporte patagónico: a Clodito, a mi papá


Llegué a San Carlos de Bariloche el sábado doce de junio en un vuelo de Aerolíneas, mientras Argentina le ganaba a Nigeria, con ese uno a cero.
Partí hacia "su Bariloche", mientras Heisen nos regalaba el primer gol del mundial, a minutos de iniciado el primer tiempo. Ya ahí entablé amistosa conversación en contra de la susodicha compañía aérea con un matrimonio oriundo de "la universidad de la alegría y el canto, Córdoba te quiero tanto..." que embarcaban para Esquel.
Le escribí a Viviana, "gol y yo embarcando...", "Alpiste, nosotros acá casi sin garganta entre mate y mate...".Aterrizaré 14:40, hermanito.
Allá me esperan Viviana y Juampi.
Mañana 13 de junio, sería tu cumpleaños, Claudio. Cincuenta y un años...
Te fuiste a los cincuenta como tu papá y tu hermano mayor, Guillermo. Los tres médicos, los tres genios, los tres con tres especialidades, con más de un hijo y con tres matrimonios...
Alejandro se salvó, no sólo se llevó a tu mamá, a Guillermina, a su Italia natal, sino que no es médico, tiene tres hijos, y sigue desde siempre casado con Daniela.
Me sostuvo por teléfono durante dos meses. Le signifiqué cinco horas de charla y terapia diarias.
Hace más de un mes que no sé nada de él, seguramente no quería esto. Ni quería Montevideo: los amores y las sombras, que con Luciana, Viviana, Juampi, Fiorella, Alvaro, Federico, Cass, Pedro, y los padrinos vivimos desde el 21 de mayo hasta el 27.
Extendí mi estadía para compartir con ellos el cuarto 27.
El cuarto 27 desde que te fuiste, Clodito.
Voy a ver tu nombre en una placa, voy a intentar enterrarte, dejarte partir, soltarte. Porque ese es el lema de tu Juampi, que no sólo es un sol, sino que heredó todo lo más hermoso de vos. Le llevo la remera diez de Messi, un señalador de libros -lee Ruiz Zafón- y ya debe haber terminado "El príncipe de las tinieblas" que compramos juntos en "Puro Verso" de Montevideo. Así que ahora le regalaré "Marina", mi remera 10 del mundial anterior, el del 2006, y un mate del principito. El librito ya se lo regalé cuando conoció la casita lavanda, la cabañita palermitana.
Le dí todas tus fotos, esas donde estabas solo o con Sebastián. Las tuyas conmigo me las guardé. Las mías con Sebastián también, y una que me sacaste con él, en una casita de chocolate del Turista, cuando tenía tres añitos, en aquel verano del 2004.
Cuando los tres juntos construíamos la chozita del km. 23 con cañas, con maderitas recolectadas, donde vos cuidabas tanto tus rosas y petuñas...
Hoy Viviana está construyéndose su primera casa propia. El terreno es taurino, así que no dudo que pronto todo se materializará.
Juampi ya tiene los cartelitos "Juan" y "Pablo" para la puerta de su futuro cuarto, y a Viviana le llevo un libro de Feng Shui.
El catorce, mi número, viajo para Sanmartincito, a que Rober -"mi historia pendiente, según vos"-, me apruebe la publicación del hechizo.
El hechizo, Clodito, era Sanmartincito, y no él...
¿Lo llegaste a comprender? Creo que me pediste perdón por tanta elucubración, por tantos celos infundados, la primera vez que mi lugar en el mundo lo compartimos juntos, cuando la meta era tu sanación, aquel marzo del 2007.
Y desgraciadamente, no sé si lo fue. Hoy ya no estás. No sé si por la mala praxis de tanto hijo de puta colega tuyo suelto y el maldito piportil, o por tu tosudez. Lo que te impidió aceptar "que te abrieran como un pollo y te destapasen esas tres arterias", y pudieses, así, ver crecer a Juampi y llegar con él hasta el Filo de los cristales. Y si era cierto, que después de tanto círculo, nos uniésemos definitivamente, pero en espiral...
No pudo ser. Tres días de distancia nos separaban. Setenta y dos horas que lo impidieron.
No te equivocaste, para fines del verano, el laberinto cesaría. El valdoxan no produciría abstinencia "porque lo que no sirve para una mierda, no produce abstinencia, igual que la estúpida lyrica, ¡con ese nombre! ¿cómo podés creer que te ayudará en algo?, ¡y el midax! con la olanzapina con la que te llevaron a la cima, después también te enterraron en el Pozo de Onetti..."Sí tardaría, efectivamente, tres meses en eliminarla, como aseguraste vos. Si eras el mejor...
Hoy llevo al Hospital "Ramón Carrillo" lo que quedó para donarlo.
Son las 12:20 y despego. Nací 0:20 ¿la smetto con la numerología? ¡Ah! y me voy en el asiento 14E. Viajé ida y vuelta a Montevideo en el 14A, mientras Viviana y Juampi, hacían tu ejercicio de la esfera, entre el índice y el pulgar, en la fila 18, mirando el mundo a través de un circulito. Me lo enseñaste cuando fuiste mi médico en el 91. Es la primera vez que viajo sola en dos años. Desde aquel 5 de Mayo que fue -lo ignorábamos- la última vez que nos veríamos. Hice un Montevideo junto a un tocayo tuyo, mi amigo Ciru. Un MDQ a la casa de Fernando, y el 9 de junio del 2008, se desató el caos. Jota me internó, ayudado por esa bruja -tal cual la clasificaste vos-, Laura, la novia de Jota, la psicoanalista de bolsillo...
Eso más la ayuda de un incapaz colega tuyo de Medicus, que era más coronel que doctor en psiquiatría, y se llamaba Pablo, amanecí en la Clínica Las Heras, la que convertí rápidamente en "la casa de gran hermano". Yo era la única que no había intentado suicidarse.
A él, al coronel, y a una tal Di Iulis, los esperarará una linda demanda, cuando termine lo que ya inicié por mi papá y el expediente "Fallecidos para la cremación que carecen de familiares", donde no sólo el nombre con el que figuraba era más que erróneo, casi una burla "Jorge Pedro Codicinio Di Paola", sino que no figurábamos nosotros, ninguno de sus tres hijos. Ninguno de los Jorges, ni Jorge Hernán, ni Jorge Claudio, ni yo, su legal primogénita.
Papá, tampoco estaban los nombres de tus tres ex esposas. A Julia Sandoval, la consideraban muerta; a María Graciana, la mamá de Jorgito -el que más se parecía a vos, papá-, no la registraban, ni tampoco a mi mamá. Ni a tu propia Kodama, la enfermera Oteiza, la que heredó tus bienes, para morir al año, para que que hoy todo lo tuyo esté en manos de su hermano, con un par de duplex en Cavia y Avda. del Libertador.
Habías dejado tus ahorros en un placard ¿Al final te creíste el rol de José Moreira, el de "Apenas un delincuente", que argumentaba tener su plata escondida en el reloj de la torre de los ingleses?
La nona me contó, que siempre decías que tendrías el mismo fin que en la película "Mi noche triste", la de la vida de Pascual Contursi. Lejos de tus hijos y solo. ¿Lo pronosticaste, o lo planificaste?
Julia Sandoval es un encanto. Hablé hace tres noches con ella. Tiene una hija que se llama Fabiana y ya le dio dos nietos (uno de 19 y una de 15) y en pocos días se van todos a pasear a Miami. Después de casarse con vos en mayo del 52, en la iglesia que está enfrente del Hospital Rawson, no sólo me contó que luego se casó con otro acuariano que es el papá de su única hija y aún vive, sino que ustedes se amaron mucho y que la que no les daba paz, era Nelly Meden, que ya no está. Te amó hasta el último día, y no te superó ni aún radicándose en México. La conocí hace muchos años en la fiesta de casamiento de un escritor de cine nacional. Figurás, y colaboré con sus tres libros: el de los actores del cine nacional, el de las actrices, y el de los policiales "De la fuga a la fuga" .
Roberto me sugirió no le dijese que era tu hija, "porque ya no andaba bien..."
No sé como lo evité, sí hasta compartimos la misma mesa.
Julia recuerda tu pasión por las masas finas, por el té con leche. Me contó, me reconfirmó, que el accidente donde murió la abuela Rosa, tu mamá, la que no llegué a conocer, fue en Vicente Lopez, a una cuadra de donde ella vivía con el padre de su hija, y que te chocó tu entonces productor televisivo. Que nunca lo superaste, que eso te hundió en tu eterna depresión...
Que querías ser papá. ¿Por qué entonces le mentiste a María Graciana? ¿Por qué te costó tanto creer que Jorgito era tuyo? ¡Era más tuyo que yo papá!, era tu doble. Tu doble en todo, en lo de la locura acuariana, el acoso de todo el género femenino, tu carisma, tus ideales, un porte que rajaba la tierra, y tu cara. Tu misma cara, papá.
Eligió irse , cuando se cumplieron veinte años de tu muerte.
Desde ese entonces, desde ese abril, intento rearmarme. Al duelo de él -mi sol, mi otra mitad, mi mejor amigo, mi alma par, el ser más maravilloso que conocí-, papá. Como te decía, al duelo de él se sumó el de Claudio, que fue mi marido catorce años. Me dejaron sola.
Con Jorgito, durante veintinueve años, llevamos una vida paralela, un espejo, un laberinto.
El no se entendió nunca con su hermana menor, casi como yo, que jamás pude entenderme con Jota.
Graciana le negó su verdadera identidad hasta los veinte años, y eso le impidió buscarte. Se lo contó sin anestesia mientras él en su cuarto, miraba una película tuya. Primero se shockeó, después entendió todo, y consideró que Jorgito había estado a la misma distancia de Salcedo, que Salcedo de Jorgito...
Sin embargo cuando ya era tarde, cuando vio tu entierro por televisión, se arrepintió...
Se preguntaba si tal vez había sido hijo de un durazno, qué por qué lo criaron sus abuelos, si a su hermana Fabiana la criaban su mamá y su supuesto papá, Luis Rellán...
No sabés todo lo que hizo por él. Se lo llevó un cáncer terminal, el 4 de diciembre del 2006. Lo acompañó hasta el último día.
Decía que había heredado varias cosas de vos, y que te estaba agradecido. Por ejemplo su éxito con las mujeres, aunque entre siete novias no hiciese una, y soñase con ver su parque lleno de perros y de chicos. Tenía dos, Ciro y...
Un quincho a medio terminar, y una pileta sin estrenar. Lo extraño tanto, papá...
Cada veinte días me llego hasta el cementerio Parque de Luján, miro su placa que dice:
Jorge Claudio Rellan, 8-01-1966 / 14-04-2008, y aún no me lo creo, y ya pasaron 18960 horas sin vos, brothercito.
Las contabilisé el lunes 14 mientras hacía la ruta de los siete lagos y se cumplían veintiséis meses sin vos.
Le llevo sus discos, sus fotos, las que me regaló la última vez que nos vimos...
Después me pidió un tiempo, "necesitaba replantearse su vida, quienes lo rodeaban, y no cargarme con su vaivenes". "Amotinarse" le llamaba...
Y lo respeté, lo acepté, lo esperé. Era todo lo que se podía pedir de un hermano y más, mucho más.
Según tu hermano Antonio, mi tío, que nos presentó en diciembre del 99, un año antes de partir; vos y él tomaban mate todas las noches, escuchaban unos tangos y estabas muy contento de que por fin estuviésemos juntos.
Papá, Jorgito vivía a pasos de la Basílica de Luján, ¿ni la virgen lo protegió, ni el cura con el que iba siempre a hablar, ni vos, ni Antonio, ni su otro papá, el que le dio el apellido que hoy figura en la placa? ¿Hay un más allá, nos encontraremos todos, despojados del uniforme de la vida, para por fin alcanzar la cima inmortal, como dice María Graciana en uno de sus poemas?
¿Lo habrá recibido un coro de ángeles al disc jockey Jorge Claudio Rellan?
Adoraba toda la música. Sus gustos iban de Chopin a Sergio Denis, de Shakira a Sabina, y según decía Cacho Castaña era un grande; un profe de la vida. Los discos quería que me los quedara yo. Hoy no sé donde fueron a parar. A Graciana empezó a no hacerle bien verme. Ella sabrá...
No hago más que devolverle lo que Jorgito nunca tuvo, su verdadera identidad.
Llegué el 14 a mi Sanmartincito, y empieza a nevar, decidí que vuelvo y me vuelvo.
Estamos con Rober leyendo el Hechizo completo y hasta ahora me lo aprueba para su publicación...
Puse mi casita palermitana en venta porque siento que llegó la hora de quedarse y chau jungla. Acá duermo siestas, disfruto del día entero, trabajo en lo que me gusta. La astrología, las letras, el turismo, el tano y el francés parecieran ser oro en polvo.
Deseenme mucha suerte para los pasos a seguir en Buenos Aires a partir del 21, que son muchos, donde además se cumplirían, o se cumplen, tres meses con vos...
Creeme que lo que más querría es una señal tuya, pero ni eso tengo, espero que este lugar me ayude a olvidarT...

El camino cuesta abajo es más simple, pero no te lleva a la cima

 
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